Me
fascinan las estrellas, la Tierra y la tierra, el agua, los árboles; amo
profundamente a los animales; pero son los demás seres humanos quienes
dan verdadero sentido a esta vida. No hay biología, filosofía o teología
alguna que pueda refutar esto. (Dejando de lado, por estar en otro
plano, cuestiones de fe.)