Hay un antes y un después de mi Mi vecino Totoro.
Siempre pensé que la conexión con la naturaleza era vital para una vida genuina, centrada en el ser y el ser-con-el-otro, para evitar la enajenación. Totoro certificó -si acaso hacía falta- esta convicción. Y el haber perdido esta conexión es, en parte, causa y consecuencia de cómo va el mundo. ¿Cómo podría alguien mostrar egoísmo, codicia, desprecio por la vida humana (y no humana), a la vez que conmoverse con las hojas de un árbol, con un bosque, un caracol, un pájaro, un sapo saltando en la lluvia?
Ya sé que suena cursi, muy yo, ingenuo y hasta ridículo, pero creo que el sentirlo así es muestra acabada de lo que afirmo.
lunes, 31 de octubre de 2016
miércoles, 26 de octubre de 2016
Mantra
No voy a hacerme más problema por nada. Por
nada que tenga que ver conmigo. Sólo por los demás. (Repetir y recordar en
momentos críticos.)
¿Por qué se me escapa la armonía de la flor y
la abeja libando su néctar? ¿Por qué olvido la paz de la tortuga, con su mirada
penetrante, que observa el planeta desde mucho antes de nuestra llegada? ¿Por
qué no puedo jugar con la vida como el perro que juega con su rama y el mono con
su liana? ¿Por qué no alcanzo la entereza del artesano, que hace en un mundo de
burocracias y producciones en serie? ¿Por qué pierdo la sabiduría de los niños,
los únicos que saben lo que buscan?
Desayuno
Justo cuando corría riesgo de embriagarme en
búsquedas de sentido de las que dejan una fuerte resaca, el panadero me habló
de facturas, alfajores y desayunos; semejante cachetada metafísica me puso en
su lugar.
martes, 25 de octubre de 2016
Pedagogía barata y zapatos de goma
¿Por qué la escuela? ¿Por qué la autoridad en ella? Quizá porque le educación no es sólo un derecho sino una obligación. Como seres (animales) sociales que somos, tenemos el imperativo biológico -además de moral- de cooperar y trabajar para el bien común. Sucede en cualquier sociedad animal. ¿Por qué seríamos una excepción al respecto? Sin el otro no somos nada. Ni biológica ni psicológica ni metafísicamente. Por eso la necesidad de ayudar(nos). Entonces la escuela. Para que esa ayuda sea -idealmente- óptima. Porque en eso sí somos especiales: en la transmisión cultural a través de los años, en la acumulación aditiva de conocimientos. Quien no está educado no sólo no puede valerse por sí mismo sino que no puede colaborar con los demás. Pero este proceso -como todos- es complejo y necesita cierta guía, ciertas normas. De nuevo, en toda sociedad animal existen esas guías, esas normas, y por ende, individuos que velan por su cumplimiento. No hay organización social sin normas, no hay individuo sin sociedad. No es autoritarismo, es autoridad. Tal vez por ahí venga la cosa.
Inventario
Sus ojos para mirarme (y poder así verme),
Una voz amiga para charlar,
Una travesura infantil,
La sonrisa de un desconocido,
Un perro para jugar,
Un abrazo de (y a) quien sea,
Una melodía beatle y el canto de alguna calandria,
El perfume de un azahar,
Los colores y formas de un paisaje (cotidiano o no tanto),
Un libro,
Un mate,
Una pluma,
El otro.
Y no mucho más...
Una voz amiga para charlar,
Una travesura infantil,
La sonrisa de un desconocido,
Un perro para jugar,
Un abrazo de (y a) quien sea,
Una melodía beatle y el canto de alguna calandria,
El perfume de un azahar,
Los colores y formas de un paisaje (cotidiano o no tanto),
Un libro,
Un mate,
Una pluma,
El otro.
Y no mucho más...
domingo, 9 de octubre de 2016
Férulas
Una de las pocas cosas positivas de haber usado una férula -y luego también una bota ortopédica- en la pierna es que me impedía dejarme llevar por el vértigo del ritmo de vida actual. Indefectiblemente tenía que caminar despacio; miraba a la gente pasar (correr) al lado mío. Y era grandioso porque por más que "quisiera" -y había algo que me incitaba a hacerlo- no podía seguirles el ritmo. Así que iba tranquilo.
Ahora pienso qué-bueno-sería-tener-una-férula-mental para volver a bajar unos cambios. Algo que me impida correr -tanto con los pies como con la cabeza- a todos lados como lo he vuelto a hacer. Una férula correctora antes que protectora, que me enseñe a transitar la vida con serenidad, con densidad, con clara conciencia. Y así conectar con el mundo, en vez de pasarle por el costado.
Ahora pienso qué-bueno-sería-tener-una-férula-mental para volver a bajar unos cambios. Algo que me impida correr -tanto con los pies como con la cabeza- a todos lados como lo he vuelto a hacer. Una férula correctora antes que protectora, que me enseñe a transitar la vida con serenidad, con densidad, con clara conciencia. Y así conectar con el mundo, en vez de pasarle por el costado.
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