viernes, 8 de marzo de 2019

Cambio climático

Disculpe, ¿tendría un viaje para venderme, por favor? No. No. No. Mmmh, nooo. Alguna que otra mirada perdida. No. No. Mmh, sí. ¡Muchas gracias! (Pasos que se alejan, ¡pip!, pasos que se acercan.) ¡Muchas gracias! No, de nada. Sonrisa tímidamente esbozada. ¿Casi todos los pasajeros sin saldo? Raro. Cosa del cambio climático, probablemente (nieve en el Sahara).Y yo que me había quedado sin saldo al pagarle un viaje a otra persona. Cavilaciones, reacción tardía y la parada que pasa de largo. ¡Tocaste el timbre demasiado justo! Sonrisa amable del chofer. Sí, me colgué, mal. (Aumento de un grado promedio la temperatura del Pacífico.) Finalmente, deshielo glacial. ¿Te falta plata? Llevátelos igual. ¿En serio? Bueno, millón de gracias. Poca gente con tu actitud. ¡Pero no! ¡Por cinco pesos! Sí, no te creas. Muchas gracias, viejo. Redemption song.

martes, 5 de marzo de 2019

Lago en el cielo

La tarde suavemente se aleja; la oscuridad tendió su red al mar. Siempre menosprecié calle Pellegrini; ahora, casi cínicamente, la busco con desesperación cada vez que. La espera entre las sombras. Dios sabrá por qué. Las veredas con sus banquetas y barras cerveceras. El atardecer en el parque. Padre e hijo jugando a pasarse la pelota (pero aquel le recrimina a este por tirarla siempre lejos). Las y los runners. Ya es tarde para volver igual. Tráeme la noche. No puedo estar despierto más sin. El dearoldman distraído con su paquete en plena bicisenda. Un lago en el cielo. Quiero ser suave, para evitar tu dureza. Los infaltables codos motoqueros resguardados de todo peligro con su casco (pero ¡ay! de aquellos cráneos). Apago tu fuego, enciende mi agua. El nenito doblando en su fantástico monopatín. Puede que no haya certezas. Las piernas temblando. El bebito chocando los cinco con el papá en bicicleta. Las primeras estrellas. Con solo invocarte, voy a convertirme en miel. Las amigas. Las familias. Las aguas danzantes. En tu nombre, en tu nombre. El agua. Los mates. El vecino cuyo nombre y domicilio desconozco pero siempre me saluda cuando saca a pasear el perro. El súper abierto y la verdulería. Verde para doblar a la izquierda. Puerta. Escaleras. Puerta. Y cuando te busco no hay sitio en donde no estés.

lunes, 4 de marzo de 2019

Sociobiología, o el rap de las hormigas: parte II

Es gracioso (y peligroso) cómo los distintos ciclistas nos vamos desplazando como en un camino de hormigas invisible. Vaya a saber por qué de un día para el otro desapareció la tan preciada ciclovía. El punto es que todos seguimos circulando por ese caminito imaginario a la izquierda de calle Entre Ríos, acaso sintiéndonos más seguros que antes frente a los embates de algún conductor siempre descuidado o directamente imprudente. Las bicis van, una tras otra, literalmente. Y es otro camino de hormigas análogo al de los corredores del parque. Distintas razas fórmicas.